1.31.2007

Desnudo como las noticias

¿Y? ¿Viene? ¿Que no? ¿O será una gata tan sigilosa y perra que se hace desear hasta último momento?
La cosa es que febrero ya es y, mientras me tapo la cara al leer la grilla del festival de la gaseosa, me pongo serio porque nada se sabe de aquello que se decía que venía. Encima hubiese tocado (¿¿o debo decir “tocará”, mierda??) The greatest, el disco definitivo, el que se deja silbar a cualquier hora que siempre ilumina y el único suyo que realmente hace bien escuchar (y que no es un greatest hits como publicara descaradamente Clarín en su momento). Un Live in Berlin de hace unos meses pretende reparar la impunidad de las hojas del gran diario. Pero no, no alcanza. ¿Hace falta explicar?


Cat Power y Nude as the news con ése estribillo que dice He's related to you
He is dying to meet you…. Año 96`, cuando se preguntaba por lo que la comunidad pudiera pensar. 24 años, más tortuosa, punky y linda que nunca.

1.19.2007

Vengo de una función privada de Maria Antonieta, la nueva de Sofía Coppola que, calculo, esta por estrenarse y la quiero defender caprichosamente aún sabiendo lo duro que le van a pegar. Ante todo, me parece una película punk (mis definiciones pecan de arbitrarias, casi siempre).
Está bien, no. Está lejos de ser redonda, es inconsistente, deja dudas en más de un momento (al final sobretodo, por el medio también) y no creo que deje un gusto en la piel tan perdurable como el que (me) dejó Lost in translation.
Para empezar, una diferencia con la anterior. Nada que ver con las crisis existenciales de un cincuentón y una veinteañera. Acá se supone que estamos ante un tema “importante”: el ascenso y ocaso de la princesa austríaca que devino en Reina de Francia y cuyo irresponsable gobierno supuso el fin del sistema monárquico con la toma de la Bastilla.
Pero, lejos de la gravedad que supondría un tema histórico, acá prima la ligereza (ella puede quedar embarazada o ser infiel pero la película lo pasa por alto como si nada). ¿Frívola?. Quizás. Pero hasta ahora, ninguna película “frívola” había provocado que mis sentidos se sumergieran en sus imágenes y que, rato más tarde, al querer salir a superficie, inundado de semejante festival sensorial, me encontrara feliz, derrochando tanta sonrisa como ella (la película y la protagonista), irradiado por su desparpajo y su dichosa forma de transgredir el sinsentido de las convenciones y el protocolo. Es que la Maria Antonieta de Kirsten Dunst es punk pero una cándida, adorable. Muerde sin imposturas, con una sonrisa que no revela ni el más mínimo rastro de malicia ni cinismo. Y te deja acurrucado en la butaca, con el culo al borde del precipicio y las rodillas en la pera.

Y, si bien Sofía Coppola contrató a la autora del libro en el cual está basada la película como asesora, escuché que se le achaca la falta de rigor histórico de la película. Pero, ¿qué rigor histórico se pretende desde el momento en que en pleno 1789 se cuelan unas All Stars o un piloto de lluvia al que sólo le faltaba el logito de Nike?. Los puristas pensarán que es un guiño innecesario, un mamarracho, una boludez posmo y cool. Mientras, la hija de Francis Ford, punk ella como su película, se debe estar riendo.
Más aún, marcando de entrada éste raro contrato de lectura con quien se sienta frente a la pantalla, la película empieza con un tema de…¡¡Gang of four!!. El post punk y la suntuosa vida monárquica unidos en una misma escena. A mí me cae simpático.
Se podrá decir que la historia contada no es más que una excusa para mostrar amaneceres brumosos, otoños melancólicos y todo el lujo visual que regala la vida en Versalles mientras suenan New Order o The Radio Dept.
Y sí, quizás sólo se trate de una chica que nos enamore, una sugerente fotografía y una excelente banda de sonido…but I like it!
Mención aparte para Kirsten Dunst. Hace unos meses salió en una revista una foto suya zambulléndose en el mar dónde se podía ver un culo (el suyo) por demás fláccido, caído, más propio de mi madre que el de una superestrella joven de hollywood. Además (haciendo de abogado del diablo), tiene una dentadura bastante imperfecta y una belleza, al menos, cuestionable (no en mi caso). Aún así, o, más bien, justamente por ésos mismos “desperfectos”, es la actriz mainstream que más amo ver en pantalla, la que más me enamora, la más linda… lejos . Y no me vengan con…bueno, me acabo de acordar de Scarlett. Pero no importa, usted me entiende, ¿no?. (¡upps!, se me escapó el Ingeniero de adentro).